segunda-feira, 24 de setembro de 2012

"MONSANTO" MATA !!! ... Un estudio desmiente que el maíz transgénico no sea nocivo



¡Sí, los organismos modificados genéticamente son veneno!”, la condena ocupa la portada de Le Nouvel Observateur, que publica en exclusiva los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores franceses que durante dos años han alimentado a 200 ratas con maíz transgénico, concretamente con el NK 603 de Monsanto. Las conclusiones quedan ampliamente expuestas en una obra, que también da nombre a una película basada en este estudio, Tous cobayes! [Todos cobayas], redactada por Gilles-Eric Séralini, profesor de biología molecular en la Universidad de Caen, donde se ha realizado el experimento que Le Nouvel Observateur tilda de “bomba de racimo”:

Pulveriza así una verdad oficial: la inocuidad del maíz modificado genéticamente. Incluso en pequeñas dosis, el organismo modificado genéticamente sujeto del estudio resulta altamente tóxico y, a menudo, mortal para las ratas. Hasta el punto de que, si se tratase de un medicamento, debería suspenderse su administración inmediatamente a la espera de nuevas investigaciones. Puesto que ese mismo organismo modificado genéticamente se encuentra en nuestro platos, a través de la carne, los huevos o la leche.

Los resultados son incontestables:

En el decimotercer mes del experimento […] las ratas alimentadas con maíz modificado genéticamente desarrollan entre dos y tres veces más tumores que las ratas que no se han alimentado con productos modificados, sea cual sea su sexo. Al principio del mes vigésimo cuarto, es decir, al final de su vida, entre el 50% y el 80% de las hembras alimentadas con organismos modificados genéticamente presentan síntomas, frente al 30% de las que se han alimentado sin dichos organismos.

EurActiv.com subraya que la publicación de estos resultados “genera repercusiones hasta en Bruselas”:

De hecho, las decisiones se han tomado en el ámbito de los Veintisiete. El Gobierno francés ha pedido que el estudio lo verifique la Agencia Nacional [francesa] de Seguridad Sanitaria. La Comisión Europea, por su parte, ha hecho lo mismo ante la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Una agencia europea que a menudo Greenpeace pone en tela de juicio, tal y como recuerda EurActiv, puesto que a la EFSA se le acusa de caracterizarse “desde hace muchos años por la proximidad escandalosa de sus miembros con los productores y por su falta de independencia”.

Sin embargo, el estudio de la Universidad de Caen ha sido recibido con escepticismo por parte de la comunidad científica: numerosos biólogos con los que se ha puesto en contacto la agencia Reuters han mostrado sus dudas respecto al protocolo y al método que han empleado en la realización de las pruebas.

¡Sí, los organismos modificados genéticamente son veneno!”, la condena ocupa la portada de Le Nouvel Observateur, que publica en exclusiva los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores franceses que durante dos años han alimentado a 200 ratas con maíz transgénico, concretamente con el NK 603 de Monsanto. Las conclusiones quedan ampliamente expuestas en una obra, que también da nombre a una película basada en este estudio, Tous cobayes![Todos cobayas], redactada por Gilles-Eric Séralini, profesor de biología molecular en la Universidad de Caen, donde se ha realizado el experimento que Le Nouvel Observateur tilda de “bomba de racimo”:

Pulveriza así una verdad oficial: la inocuidad del maíz modificado genéticamente. Incluso en pequeñas dosis, el organismo modificado genéticamente sujeto del estudio resulta altamente tóxico y, a menudo, mortal para las ratas. Hasta el punto de que, si se tratase de un medicamento, debería suspenderse su administración inmediatamente a la espera de nuevas investigaciones. Puesto que ese mismo organismo modificado genéticamente se encuentra en nuestro platos, a través de la carne, los huevos o la leche.

Los resultados son incontestables:

En el decimotercer mes del experimento […] las ratas alimentadas con maíz modificado genéticamente desarrollan entre dos y tres veces más tumores que las ratas que no se han alimentado con productos modificados, sea cual sea su sexo. Al principio del mes vigésimo cuarto, es decir, al final de su vida, entre el 50% y el 80% de las hembras alimentadas con organismos modificados genéticamente presentan síntomas, frente al 30% de las que se han alimentado sin dichos organismos.

EurActiv.com subraya que la publicación de estos resultados “genera repercusiones hasta en Bruselas”:

De hecho, las decisiones se han tomado en el ámbito de los Veintisiete. El Gobierno francés ha pedido que el estudio lo verifique la Agencia Nacional [francesa] de Seguridad Sanitaria. La Comisión Europea, por su parte, ha hecho lo mismo ante la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Una agencia europea que a menudo Greenpeace pone en tela de juicio, tal y como recuerda EurActiv, puesto que a la EFSA se le acusa de caracterizarse “desde hace muchos años por la proximidad escandalosa de sus miembros con los productores y por su falta de independencia”.

Sin embargo, el estudio de la Universidad de Caen ha sido recibido con escepticismo por parte de la comunidad científica: numerosos biólogos con los que se ha puesto en contacto la agencia Reuters han mostrado sus dudas respecto al protocolo y al método que han empleado en la realización de las pruebas
http://www.contrainjerencia.com
enviado por Aurora Tumanischwili, Argentina.

sexta-feira, 21 de setembro de 2012

O mundo contra Monsanto: dia 17, ações em diferentes países dizendo ‘não’ à política da transnacional

Ação  organizada pelo Movimento "Ocupa Monsanto"  com a  principal intenção fazer com que os organismos geneticamente modificados (OGM) "voltem para os laboratórios”.





"Quer você goste ou não, as chances são grandes de a Monsanto ter contaminado com produtos químicos e organismos geneticamente modificados a comida que você comeu hoje. Monsanto controla grande parte do suprimento mundial de alimentos à custa da democracia no mundo de alimentos”, alerta o Movimento Ocupa Monsanto, chamando a população mundial a se capacitar e tomar atitudes contra a transnacional dos transgênicos.


As manifestações começam no dia do aniversário do movimento social Ocupa Wall Street, que nasceu ano passado, nos Estados Unidos, para se contrapor ao modelo político - econômico dominante. Até o momento, mais de 65 atividades já estão confirmadas em países como Alemanha, Canadá, EUA, Índia, Paraguai, Filipinas, Polônia, Argentina, Austrália, Espanha, Rússia, Japão, entre outros.
Em Oxnard, na Califórnia, as manifestações já começaram. Na quarta-feira (12), ativistas que se autodenominavam da Unidade de Crimes Genéticos fecharam os pontos de acesso às instalações onde estão guardadas sementes da Monsanto para serem distribuídas. A ação fez com que a sede da transnacional passasse ao menos um dia sem distribuir os organismos geneticamente modificados.


Depois das atividades teatrais e da apresentação de alegorias como o "peixe-milho” nove ativistas ‘anti-OGM’ foram levados/as pelas forças de segurança e presos sob a acusação de invasão de propriedade.
No mês de março, foi organizado o Dia de Ação Global para introduzir a realização da mobilização maior, que vai acontecer na próxima segunda-feira. Na ocasião, foram realizadas ações de repúdio à Monsanto em países da Áfricam da Europa, da Ásia e em quase todos da América Latina.


 Cada organização/movimento/coletivo preparou uma atividade que durou até dois dias para chamar atenção e pedir a retirada dos produtos da Monsanto do Mercado.



"... é importante que grupos, organizações, coletivos e comunidades possam colaborar organizando atividades presenciais ou mesmo virtuais, criando eventos nas redes sociais e publicando fotos e vídeos para lembrar que o momento que os produtos da Monsanto não são bem vindos na mesa de milhares de pessoas..." 

Monsanto
A transnacional produz 90% dos transgênicos consumidos e é líder no mercado de sementes. Seu nome está constantemente ligado a polêmicas quando o assunto é organismos geneticamente modificados.


A empresa é acusada de biopirataria, contrabando de sementes, manipulação de dados científicos e de ser responsável pelo suicídio de agricultores indianos, que se endividaram por conta dos altos custos de sementes transgênicas e de insumos químicos necessários às plantações de transgênicos, entre outros crimes. Por isso, há hoje em diversos países campanhas organizadas e permanentes contra a atuação da Monsanto e que rechaçam aos seus produtos.

Para mais informações, acesse: http://occupy-monsanto.com/
Natasha Pitts - Adital


fotos agregadas por ALINE CASTRO

quinta-feira, 20 de setembro de 2012

Monsanto, entre la apropiación indebida y la publicidad engañosa





La transnacional podría encontrar en Brasil un límite hasta ahora impensado: cinco millones de productores de soja le reclaman una fortuna por "apropiación indebida” de regalías.
En juego están unos 7.500 millones de dólares que los sembradores de soja de todo tamaño (pequeños, medianos y grandes), podrían cobrar de manos de la mayor empresa de agroquímicos del planeta.
En abril pasado, un juez de primera instancia de Rio Grande do Sul, Giovanni Conti, que entendía en un pleito presentado tres años antes por productores sojeros de ese estado, ordenó a la transnacional estadounidense dejar de cobrar regalías por la patente que detenta sobre una semilla de soja transgénica.
La patente, falló el magistrado, estaba vencida desde 2003. Conti intimó entonces a la empresa no solo a dejar de percibir el canon correspondiente (2 por ciento de la producción generada a partir de esa semilla) sino a devolver el dinero recaudado desde 2004, es decir unos 2.000 millones de dólares.
La transnacional apeló, pero a mediados de junio la Suprema Corte de Justicia de Brasil extendió la validez del fallo del tribunal riograndense a todo el territorio nacional.
Si la resolución de abril quedara firme, Monsanto debería pagar a los cinco millones de productores brasileños de soja –ya no únicamente a los miles de Rio Grande- unos 7.500 millones de dólares.
Todavía se está lejos de una resolución definitiva –se estima que antes de fines de 2013 no habrá novedades- pero la transnacional, que figura en la lista de las más resistidas y boicoteadas por los pequeños y medianos agricultores de todo el planeta, podría llegar a conocer un revés que jamás soñó.

De demandante a demandada
Habitualmente sucede a la inversa: es Monsanto la que denuncia a los agricultores ante la justicia para cobrar las regalías sobre los paquetes tecnológicos que les vende.
"Cuando no gana, presiona, chantajea, atemoriza, pero es raro que no termine saliéndose con la suya, porque allí donde se instala acaba montando un circuito redondo del que es difícil que alguien pueda salir”, dice Marie Monique Robin, una periodista francesa "especializada” en esta transnacional y autora de investigaciones como "El mundo según Monsanto”.
La historia de la transnacional en Brasil es, acaso, curiosa. Su soja genéticamente modificada, que comenzó a producir en los primeros años noventa en Estados Unidos, ingresó al país de contrabando desde Argentina hacia finales de esa década.
Durante varios años las semillas transgénicas de la oleaginosa estuvieron prohibidas en Brasil, pero no hubo esfuerzo que las frenara.


En 2005, el gobierno del presidente Lula da Silva legalizó el cultivo, según alegó porque no podía combatir el hecho consumado de su imposición, y después destinó millones y millones de dólares a desarrollarlo. A tal punto, que Brasil es hoy el segundo productor y exportador mundial de soja transgénica, que 17 de los 25 estados del país están sembrados con ella y que la famosa hojita verde de laboratorio genera el 26 por ciento de las exportaciones agropecuarias brasileñas.
La soja Roundup Ready (RR), genéticamente modificada para resistir al herbicida Roundup, fabricado por la propia transnacional, ocupa casi el 90 por ciento de los 25 millones de hectáreas de territorio brasileño sembradas con la oleaginosa.
Por usar esa semilla patentada, los productores brasileños deben pagarle un 2 por ciento de su cosecha anual en royalties al comprarla, y otro 2 por ciento cuando venden su cosecha.
"La ley prevé el derecho de los productores de multiplicar las semillas que compran, y en ninguna parte del mundo se cobra con la producción final. Los productores están pagando un impuesto privado sobre la producción", comentó una de las abogadas de los productores demandantes, Jane Berwanger.
Paradójicamente, Monsanto no debe hacer frente esta vez en Brasil a ninguno de sus oponentes tradicionales (agricultores familiares, productores de otros rubros, sindicatos, grupos ambientalistas, movimientos sociales, comunidades nativas) sino a quienes son objetivamente sus aliados, los productores sojeros que han incorporado sin mayor drama una tecnología que multiplica sus ganancias.
"No hay como Monsanto para esquilmar”, decía recientemente la francesa Robin.
Más allá de esta situación, no se escucha entre los sojeros reclamos por los daños sanitarios y ambientales generados por los productos que Monsanto elabora y ellos utilizan, o por el desplazamiento hacia las periferias urbanas de decenas de miles de campesinos expulsados por el avance de la soja, o por la amenaza que la oleaginosa representa para el Cerrado, un área de 2 millones de quilómetros cuadrados que concentra el 5 por ciento de la biodiversidad mundial.


Aun así, dijo un productor lechero de una pequeña localidad de Rio Grande, "toda dificultad de Monsanto hay que celebrarla”. Máxime cuando no es la única que la transnacional enfrenta en Brasil, y en especial en ese estado del sur del país.
A fines de agosto, un tribunal de segunda instancia de la ciudad de Porto Alegre condenó a la empresa a pagar al Estado 500.000 reales (unos 250.000 dólares) por una "publicidad engañosa” sobre la soja transgénica.
El aviso, de 2004, promovía las "bondades” del producto de laboratorio cuando éste todavía estaba prohibido en Brasil.
Monsanto "enalteció un producto cuya venta estaba prohibida y no aclaró que sus pretendidos beneficios son muy cuestionados en el medio científico", dice el fallo del juez instructor del caso, Jorge Antonio Maurique.
Si la sentencia es ratificada, Monsanto deberá pagar el cuarto de millón de dólares y además difundir una publicidad en la que consten los efectos negativos de los productos con los que modifica las semillas de soja.
Daniel Gatti
REL-UITA/Brecha
Adital
fotos agregadas por ALINE CASTRO

sexta-feira, 7 de setembro de 2012

Brasil y Cuba firman memorando de US$ 200 millones sobre seguridad alimentaria

          Los ministros de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Fernando Pimentel, y de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras de Cuba, Rodrigo Malmierca, firmaron  el día 30 de agosto (2012), en La Habana, un memorando de entendimiento que prevé el préstamo de US$ 200 millones para la implantación del programa Más Alimentos Cuba. Los recursos serán liberados en tres cuotas - la primera aún en 2012 y las otras dos en 2013 - y servirán para financiar la exportación de máquinas y equipamientos agrícolas brasileños. El programa Más Alimentos tiene por objetivo garantizar la seguridad alimentaria de Cuba.
          Cuba fue el primer país fuera del continente africano en solicitar cooperación en los moldes de Más Alimentos África para mejorar el sector. Con el proyecto, el gobierno brasileño va a auxiliar los programas cubanos ya existentes a que alcancen las metas de seguridad alimentaria, el aumento de la tasa de mecanización de la agricultura familiar y la consiguiente elevación de la productividad. La propuesta es apoyar el modelo existente en Cuba, agregando oferta de capacitación y transferencia de tecnología, además de establecer cooperación con el gobierno brasileño en el área de políticas públicas para el desarrollo de la agricultura familiar y en la obtención de financiamiento para la adquisición de maquinarias para el sector.
          Más alimentos - Coordinado por el Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), el Programa Más Alimentos es una línea de financiamiento para la agricultura familiar implantado en Brasil en 2008. Tiene como objetivo promover la modernización productiva de las unidades familiares agrícolas en todo el territorio nacional. Para ampliar la cooperación con los países africanos, el gobierno creó el programa Más Alimentos África, inspirado en la exitosa iniciativa adoptada en ámbito nacional. Por medio del programa, el gobierno federal financia exportaciones brasileñas de máquinas y equipamientos agrícolas destinados a la agricultura familiar.
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